Hoy te traigo otro post personal: sobre los riesgos del embarazo. Porque me cansé de leer que el embarazo es “too much, darling”. No. No. Y no. Lo que es “lo más de lo más” es el sentimiento hacia tu bebé. Incluso te puedes llegar a sentir mala madre si no tienes un embarazo tan ideal como todas hemos visto alguna vez en las redes sociales pensando que estás haciendo algo mal, si estará bien tu bebé por tú no encontrarte bien y un sinfín de frasecitas que se lanzan a la mami que quizás está viviendo un calvario. Decirte que siempre he sido muy curiosa. Para lo bueno y para lo malo. Soy así. Y me gusta. Y desde que supe que estaba embarazada me interesó tanto los modelitos que jamás lucí, como por los riesgos del embarazo que podríamos correr tanto mi bebita como yo.
Esto último parecía tabú cuando se nombraba. Diferentes ginecólog@s me dijeron que en cada fase podían ocurrir ciertos riesgos pero si llegaban ya comentaríamos. Supongo que en su quehacer profesional querían procurarme bienestar emocional ya que en un embarazo es tan importante la salud física como la mental. Aquí hay que hacer una especial mención al cuidado emocional de la mamá que está en un continuo devenir de hormonas, cambios físicos, incertidumbre, constante adaptación a una situación diferente cada día o segundo, etc. Pero a mí desde antes de caer enferma, me preocupó si pudiera tener riesgos del embarazo y más, obvio, después.
Tenia miedo a posible aborto, trauma o a un parto complicado o secuelas post parto. Te cuento que acudí mientras estaba embarazada a una psicóloga para trabajar el impacto emocional que mi hiperémesis gravídica severa e hipersialorrea me estaban provocando. Y cada vez que ingresaba pedía que me viera el profesional de psiquiatría, psicología e incluso enfermeros de salud mental. Cuidé como pude mi salud mental tanto como la física. En cuanto a los riesgos del embarazo, la información era la básica, la que ofrecen protocolariamente. Demasiadas preguntas. Demasiadas dudas. Demasiados artículos en internet con información dispar y no coincidente. Gracias a una ginecóloga llegué a Cristina Rodríguez (@entrebarrigas si la buscas en Instagram y su página https://entrebarrigas.com/ ) quien se convertiría en mi matrona de referencia. Quise hablar con ella. Por ti. Y por mí. Por todas. Para desenterrar mitos. Para hablar claro. Y desde el amor.
Pregunta (P): Cris, ¿por qué crees que no se cuentan los riesgos del embarazo que puede haber tanto para la mami como para el bebé?
Respuesta (R): Creo que vivimos en una sociedad que “patologiza” los embarazos sanos, que son la mayoría. Es importante destacar que un embarazo NO es una patología, las mujeres embarazadas no somos ni estamos enfermas, y tampoco es un riesgo el parto en sí mismo, es un proceso natural.
Sin embargo, dentro de este sistema medicalizado del embarazo, puede ser cierto que no se habla de las patologías que pueden producirse durante la gestación. Mi opinión es que esto es consecuencia del “paternalismo” que vivimos en nuestra sociedad: sin explicar los riesgos ni las causas, sin explicar las opciones, damos el mensaje de que el embarazo y el parto pueden ser peligrosos, pero no profundizamos, con lo que dejamos a las mujeres con miedo y sin la posibilidad de tener la información que permita tomar decisiones adecuadas para preservar su salud.
P: ¿Por qué es un tabú hablar de que te puedes sentir fatal y no ser maravilloso sentir que estás embarazada?
R: Creo que intervienen varios factores. Por un lado vivimos a día de hoy en una sociedad que premia el perfeccionismo, y que lleva a la máxima expresión el dicho “los trapos sucios se lavan en casa”. Nadie cuenta lo “malo”, porque lo que ahora está de moda es la belleza, la perfección, el individualismo. Y a pesar de que hemos vendido totalmente nuestra intimidad a las redes sociales, la realidad es que solo enseñamos la “foto bonita”, y todo lo demás se queda entre las cuatro paredes de nuestras casas (casas que además cada vez están más vacías, no compartiendo ni siquiera con la familia o amigos).
P: ¿Qué tipos de secuelas puede quedar?
R: Cuando hablamos de un embarazo y parto normales, no creo que debamos hablar de secuelas. Por supuesto habrá cambios a nivel físico, a nivel emocional, a nivel mental… De esto creo que también se habla poco, por cierto, del cambio total de vida que supone el pasar por un embarazo, parto y maternidad. Pero más que secuelas creo que son adaptaciones. Si nos vamos a las posibles patologías que pueden ocurrir durante el embarazo y/o el parto tendríamos que ir una a una viendo las posibles secuelas: dolor u otros problemas físicos en la mujer o en El Niño, estrés postraumatico, depresión postparto, problemas emocionales en el niño, y un larguísimo etcétera que dependerá por supuesto de cuál haya sido la patología de la gestación.
P: ¿Cómo puede ayudar tu matrona de confianza en este proceso de embarazo patológico?
R: Las matronas somos profesionales expertas en embarazos y partos de bajo riesgo, por lo que cuando el embarazo es patológico siempre hacemos el seguimiento del mismo en colaboración con un médico obstetra (y algunas veces médicos de otras especialidades en función de la patología).Esto no quiere decir que si el embarazo es de riesgo la matrona no vaya a seguir acompañándote: seguimos haciéndolo, pues normalmente la parte emocional y mental (organizativa, práctica, etc) del embarazo, parto y postparto no queda cubierta con el médico. Además las matronas le damos también mucha importancia a la prevención y a la educación para la salud, con lo que podemos aportar otro tipo de terapias (alimentación, ejercicio, hábitos…) en conjunto a la terapia médica, que va a ayudar a reducir los posibles síntomas de la patología.
Gracias Cris. No hice más preguntas.
Quise respetar su tiempo ya que me ha atendido en sus vacaciones. ¿Por qué pensé en ella?
- Porque me quitó miedos. Al embarazo patológico, sí, el mío vino cargado de patología. Miedo a los riesgos del embarazo, a un posible parto complicado (spoiler, mi parto fue lo mejor de todo el embarazo, cero complicaciones).
- Porque habla transparente.
- Porque me preparó como pudo para el parto (no pude asistir a preparación de parto por cómo estaba).
- Porque me ayuda en el postparto y en la crianza.
- Porque sus servicios son excelencia y su atención a la embarazada, al bebé y a la familia es exquisita.
Y ella que es única y se las apaña para estar me ha atendido en sus vacaciones. Matrona de referencia. Anótalo.
Con amor, Berta